Gana el premio Proser estudiante de la zona rural

Por primera vez desde su creación en 2003, el codiciado Premio Proser para el egresado más destacado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán lo obtuvo un estudiante de un municipio del interior del Estado.

Fue el joven Wilmer Gabriel Canul Varguez, oriundo de Acanceh, quien rompió en este año la hegemonía de Mérida, ya que el premio siempre lo ganaba un egresado nato y formado académicamente en la ciudad.

El ahora ingeniero civil Canul Varguez es un ejemplo de meritocracia porque obtuvo el máximo promedio no sólo de su carrera, sino de las otras tres ingenierías que imparte la Facultad de Ingeniería. La sumatoria de todos sus promedios semestrales le dio una calificación global de 97.18, la más alta de toda su escuela y de los aproximadamente 200 egresados de Ingeniería Civil, Ingeniería Física, Ingeniería Mecatrónica e Ingeniería de Energías Renovables.

Su mérito más grande fue que ingresó a la Fiuady como uno de los seleccionados con baja calificación en el examen Ceneval y tuvo que estudiar un período al que llaman “Semestre Cero” para su nivelación. Ese estudio no cuenta, es un semestre propedéutico, por lo que debía estudiar 10 semestres para concluir la licenciatura. Sin embargo, Wilmer Gabriel terminó su carrera en 9 semestres porque adelantó materias en vacaciones.

Hoy recibirá el Premio Proser, creado por los hermanos Raúl y Carlos Ancona Riestra para reconocer el esfuerzo de los mejores alumnos, que consiste en una moneda Centenario, $25,000 y una placa alusiva.

La ceremonia oficial de graduación de Wilmer Gabriel está programada para el martes 29 en la Fiuady, donde recibirá el reconocimiento de las autoridades universitarias, del ingeniero Carlos Ancona Riestra y de sus compañeros.

El galardonado estudió el kínder, primaria, secundaria y preparatoria en escuelas públicas de Acanceh. Cuando terminó el bachillerato en el Cobay de Acanceh presentó examen de admisión en la Facultad de Ingeniería porque como ayudante de su padre en trabajos de plomería le nació el gusto por la construcción y su sueño era ser ingeniero, construir obras y crear una empresa del ramo para su padre Gabriel René Canul Ambrosio para aprovechar sus conocimientos de 30 años de trabajo en la plomería.

Wilmer Gabriel manifestó que logró su objetivo de terminar su carrera antes de tiempo y con el máximo promedio porque se dedicó a estudiar, puso atención a las clases, cumplió responsablemente las tareas y puso su máximo esfuerzo para cumplir su sueño de estudiante. Se enteró del Premio Proser cuando estaba en quinto semestre y no se imaginó que lo ganaría. Estaba más que contento con estudiar en la Uady la carrera que escogió y sólo estudió mucho para terminarla.

Ya tiene trabajo en la empresa Estudios y Supervisiones del Sureste, y las puertas abiertas en Constructora Proser, pero Wilmer Gabriel tiene otro sueño inmediato: estudiar una maestría en una universidad de Estados Unidos, alcanzar el grado de doctor en estructuras, construcción o vías terrestres, y dedicarse a la academia.

“Es el estilo de vida que quisiera tener en el futuro”, dice. “Ya fui a un curso de dos meses a las universidades de Denver y Wyoming (Estados Unidos) como parte de un intercambio académico, y sí es posible obtener una beca que cubre el 80% del gasto. Hablo un 85% de inglés, pude entablar conversación y entender las clases en inglés. Me estoy animando, pero aún no tomo una decisión definitiva, si continúo mis estudios o trabajo”.

El joven egresado recordó las penurias que pasó durante sus estudios en la facultad. Se levantaba a las 4 de la mañana, iba al paradero de combis de Acanceh a las 4:30 de la mañana y luego debía tomar el autobús para llegar a la facultad, a donde llegaba casi a las 7 de la mañana, hora de entrada a la primera clase. Cuando estudió en horario vespertino, llegaba a su casa a las 11 de la noche.

Ayer recibió efusiva felicitación del ingeniero Carlos Ancona Riestra por los méritos ya descritos y el joven agradeció el premio “que nos cae bastante bien” porque hubo muchos gastos al finalizar la carrera.

Para el creador del Premio Proser fue una agradable sorpresa que un joven esmerado de un municipio rural ganara este año, lo que es un ejemplo de que si un estudiante se lo propone, logra su objetivo. Dice que el mérito de más valor para Wilmer Gabriel es que entró a la facultad en una situación de desventaja y terminó demostrando su talento superior.

¡¡¡¡¡ MUCHAS FELICIDADES POR ESTE GRAN LOGRO COMPAÑERO !!!!!